El tiempo que una persona puede ser ingenua en esta vida es realmente muy corto.

2020 ya fue hace 5 años.

Veo cómo el tiempo está recuperando mi talento, mi energía, mi percepción y mi agudeza, llevándose la mitad cada día; el dolor del crecimiento a los veintitrés es mucho más intenso que a los dieciocho.

Después de graduarme, el verano ya no es mis vacaciones de salvación, sino la lluvia torrencial que me urge a seguir adelante.

A veces también estoy pensando que ya he comenzado a luchar por la vida entre el tráfico, empezando a preocuparme por el alquiler, los servicios públicos y la jubilación.

Siempre estoy ansioso, preocupado por cómo será mi camino en el futuro.

Estar atrapado en la jaula de la educación tradicional durante diez años en la edad más exploradora, más talentosa y más digna de ser expresada, y cuando finalmente se obtiene la libertad, lamentar que el tiempo es demasiado corto y que hay tantas cosas que aprender, ver, experimentar y retener.

Extiendo la mano al mundo, pero el mundo ya no espera.