Cuando te encuentres con cosas que no entiendes, simplemente confiesa tus sentimientos.
Di lo que se te ocurra en la cabeza, sin tener que considerar la lógica.
Monólogo saltarín.
No es necesario pensar en el resultado, solo registra tus pensamientos en el momento.
Hablando y hablando, si surge una reflexión, se puede detener en cualquier momento.
Puedes escuchar un poco de tus propias tonterías de hace un momento.
Ay, resulta que en aquel momento del pasado, aquel yo del pasado pensaba así, tú miras a aquel yo del pasado con el yo del presente.
Expresar asombro, ¡vaya, qué tonto, no hay nada
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